La arquitectura es hacer espacio reflexivamente, y eso es exactamente lo que hace Hiro Arquitectos, un estudio de arquitectura y diseño que en 6 años de creación ha logrado organizar e implementar con arte diversos tipos de espacios. Enfocados en proyectos residenciales, comerciales y el diseño de plantas industriales, Mario Mogollón y Michael Ramírez, socios fundadores del estudio, procuran ver más allá de los ojos de sus clientes para lograr un resultado que supere, incluso, sus expectativas. Para conseguir este objetivo, los socios ponen énfasis en los detalles, los cuales distinguen y dan valor a un proyecto. “El punto clave es tener un alto nivel de diseño, aunque no siempre se trabaje con un presupuesto muy alto.
Hay aspectos que, dirigidos de una manera creativa, pueden marcar la diferencia”, afirma Mario. De hecho, una de las características que más valoran los clientes de este estudio, es que pueden tener toda la experiencia de su proyecto en un solo lugar. Así, Hiro Arquitectos se encarga de diseñar, construir e implementar toda la obra solicitada de principio a fin. Incluso, tienen talleres para desarrollo de vidrio, carpintería y herrería, lo que además permite ofrecer soluciones rápidas a sus clientes.
Para complementar su trabajo de arquitectura y diseño, los socios crearon Zeen, una marca alterna que desarrolla y fabrica mobiliario a pedido de sus clientes, lo que convierte sus productos en piezas únicas. “Gracias a Zeen podemos brindarles a nuestros clientes no solo piezas hechas a la medida de sus necesidades y espacios, sino que también les ofrecemos un servicio completo de 360°”, sostiene Michael. Experiencia Casacor “Inspiración de la forma”, es la propuesta que llevaron a Casacor este año, la cual se creó a partir de un legado ancestral, materializado a través de texturas y formas.
Así, las culturas Chavín e Inca fueron las musas para el diseño de este ambiente. La cultura Chavín se reinterpretó en algunos detalles de las paredes con unos conos de madera teñidos de rojo y un tótem tallado en madera que hace alusión a su obelisco. Además, las características del piso a nivel de color y material hacen referencia a las piedras que se usaron en los muros de contención de los Incas. Procuraron que el espacio esté circundado de flores y plantas secas, recordando el paisaje de la sierra peruana y rindiendo homenaje a nuestra cultura. “Buscamos que se sienta una identidad peruana”, dice Mario. Además, como el toque final, se destacan los tapices de lujo en sillas y butacas, elaborados con tejidos de alpaca sustentables y trazables, lo que significa que su origen y proceso de producción pueden ser verificados, estableciendo así su sello distintivo.