La inspiración de construir hoteles de lujo en caminos remotos vino de tres fuentes: la sangre arequipeña del fundador, Enrique Umbert padre, que siempre lo motivó a reconectar con sus raíces andinas, la visión de que lo que se ofrecía en los Alpes europeos podía ofrecerse en Perú, y por último, la misión de generar una fuente de progreso y contribuir a la eliminación de la pobreza extrema por medio del turismo de aventura sostenible.
El viaje, con el drama, personajes increíbles y otros elementos de la aventura empezaron con el “Refugio Viñak” en 1996, el cual fue el tubo de ensayo para ampliar la visión a Cusco en el 2006, donde se creó el primer “Lodge to Lodge Trek” de Sudamérica por el camino inca del nevado Salkantay a Machu Picchu, para el mercado de turismo de aventura de lujo.
La transformación y sensación de logro está en la gente y en el entorno, ya que luego de 15 años en Cusco, se ve con orgullo y felicidad cómo poblaciones antes marginadas se han integrado a la cadena de valor del turismo y cómo el turismo conduce a reforzar la identidad cultural y alienta a la gente a cuidar de su entorno y el medioambiente.
Hoy, Mountain Lodges of Perú (MLP) cuenta con una cadena de 6 lodges de montaña y 3 hoteles boutique en Cusco. De esta manera, ofrecen más de 15 experiencias distintas de turismo de aventura Premium. Además, al construir los lodges, se tuvo mucho cuidado de proteger el paisaje y los recursos naturales de estas preciadas tierras. Cada lodge fue diseñado para integrarse a la perfección en su entorno único y tiene una historia muy especial.
El “Mountain Lodge”, o refugio de montaña, no es un hotel, es un refugio de hospitalidad anclado en la vocación de servicio – casi genética – del poblador andino, de acoger y brindar cariño. El turismo de aventura es ahora una opción de estilo de viaje al alcance de todos, lleno de experiencias y actividad, en conexión con la naturaleza y en contacto con la riqueza cultural, que tiene uno de los mayores impactos positivos dentro de la industria.