La colaboración entre Kevin Johansen y Carlos Cruzalegui es un claro ejemplo de cómo la música puede ser un vehículo poderoso para despertar conciencias. Al unir sus voces y estilos, han producido un sonido fresco que resuena con las realidades sociales y políticas de la región. “Fui tu esclavo” es una invitación a reflexionar sobre la realidad de un sistema político corrompido. Un sencillo que conversa con ritmos electrónicos desde un lugar profundamente latinoamericano, que no solo suena diferente, sino que también transmite una profundidad emocional y conceptual nueva.
Ambos artistas se conocieron durante la reciente gira de Johansen por Lima, donde conectaron de manera indiscutible, dando pie a una colaboración que promete resonar con la audiencia de toda la región. La canción, grabada en el estudio de Matías Cella en Buenos Aires, marca un momento importante en la carrera de ambos artistas y muestra una exploración interesante en sus trayectorias.Cruzalegui recuerda con emoción el momento en que recibió el mensaje de voz de Johansen con la idea inicial de la canción «Me alegré muchísimo. Tomé esa invitación a colaborar con mucha responsabilidad y cariño.
Siento que cuando alguien te confía su energía a través de la idea de una canción es la oportunidad perfecta para honrar la música y conectar.» El viaje a Buenos Aires para cerrar la canción fue la culminación de un proceso lleno de intercambio de ideas y experimentación.Sobre la inspiración detrás de este sencillo y el mensaje que esperan transmitir, la respuesta es clara y contundente «Kevin y yo queríamos hablar de nuestra perspectiva sobre Latinoamérica y la situación social y política que vivimos ahora. Cada día más polarizada, más indiferente y mezquina con el pueblo.»
“Esta ha sido, una de las experiencias más bonitas que me ha regalado la música hasta ahora. Mucho aprendizaje, mucho compartir. Kevin me enseña mucho siendo él mismo y dejándome explorar con él.”Este sencillo muestra una evolución significativa en comparación con los trabajos anteriores de Cruzalegui. La incorporación de elementos electrónicos ha permitido una conversación musical rica y novedosa. «Explorar y evolucionar nuestro sonido es una experiencia maravillosa y, esta vez, Bonish desempeñó un papel importante. Desde la producción, Kevin y yo pudimos descubrir una verdad que tal vez no hubiéramos visto antes,» concluye. Esta relación creativa y de aprendizaje mutuo se refleja en cada nota y verso de «Fui tu esclavo». La química entre ambos artistas es palpable, lo que se traduce en una obra que fluye con naturalidad y autenticidad.